Nuestra experiencia en el campo nos ha demostrado a poco de andar que el recurso más valioso en la implementación de un sistema es la dedicación del profesional asignado a la tarea y su capacidad de liderazgo respecto de los recursos con los que cuente la empresa. Un servicio informático cumple con su función solo cuando es operado de forma idónea. La escalabilidad de un proyecto permite diseñar la mejor estrategia de implementación por etapas, teniendo en cuenta el monto de inversión, el stress de los recursos asignados al proyecto, la coordinación con otros departamentos y la propia decisión del cliente del grado de crecimiento. De esta manera concluimos que, para su correcta implementación se requiere establecer objetivos, el diseño de una estrategia adaptada a los recursos existentes, al menos de una minima capacitación del personal asignado a la operación y una correcta supervisión del profesional encargado del proyecto para el cumplimiento de las etapas del mismo.